Como el Tío Lino conoció Trujillo
El Tío Lino había pasao todita la mañana
andando de sol a sol por el potrero cuando llegó a una quebrada empapadito de
sudor. Al ver el agua fresquita no aguanto las ganas, luego luego se calateo y
se metió en un pozo quiabía debajo de unos alisos.
Estaba en todo el baño, cuando oyó un rumor
fuerte por el aire, miro y vió un condorazo paco que daba vuelta bajito mirando
su ropa… Caray, dijo, ¿qué quiere este?, estará creyendo que me he muerto, ¡hoy
va ver! Cayadito se preparó y cuando pasaba el condor das lecho lazo del
pescuezo. El buitre se asustó y alzó vuelo. El Tío quizo sujetalo pero el
condor lo levantó así, calato como estaba. ¿Y hoy quiago?, dijo, mientras subía
y subía, volando sobre potreros y casas. Nuaymás que agarrarse fuerte, pensó.
Pero eneso se asustó y empezó a gritar: ¡Tiendan colchooones... tiendan
colchooones! La gente salía a ver qué pasaba y mirando arriba decían:
Es el Arcángel San Gabriel en campanillas, y
se arrodillaban sin hacer caso del pedido… vuela y vuela ya le fue gustando y
entón le vino la idea: subió por el lazo hasta cerca del condor y le rogo que
lo lleve a conocer Trujillo, aunque sea desde arriba, porque él había llegao
hasta Ascope nomá.
El condor le hizo el gusto y, tarde ya, lo dejo
tiritando en el mismo sitio del baño, mientras el Tío le sacaba el lazo.
Paco: de color habano, tabaco claro.