¿Por
qué leemos hoy?, mil un una razones
Es imposible responder a
esta pregunta con una única razón, si consideramos la información que recibimos
a diario a través de textos escritos, no me refiero solo a los que tienen
profesiones relacionadas con la burocracia o se mueven por el mundo de la informática,
ni a personas universitarias cuyo contacto con la escritura es constante o a
los escolares que a diario se enfrentan a su libro de texto. Hablo de cualquier persona que viva en
sociedades básicamente desarrolladas. Ser lector es indispensable en la
sociedad actual, dado que nos encontramos inmersos en una cultura que cualquier
práctica, incluso la más cotidiana, suele tener alguna relación con la
escritura. Cuando vamos a comprar se nos informa por escrito de los productos
que se exponen, de sus características, caducidad, precio, etc. Debemos leer
las instrucciones de uso de montones de aparatos que forman parte de nuestros
hábitos cotidianos. Cuando viajamos necesitamos leer información sobre
horarios, destinos, etc. En la calle somos bombardeados por decenas de mensajes
donde imagen y escritura se mezclan y complementan. La escritura nos ofrece
experiencias variadas sobre temas prácticos, desde cómo cuidar un jardín, hasta
cómo organizar un viaje por cualquier lugar, orientado beneficiosamente sobre
experiencias de otros. Tenemos acceso a conocer con un escaso margen de error,
qué podremos comer en un restaurante de cualquier ciudad y cuánto nos costará
aproximadamente el menú, leyendo simplemente una guía de viajes sobre esa
población; y no digamos si esa información se obtiene a través de
internet.
El lenguaje escrito nos
permite que podamos saber lo que piensan otros sobre temas de nuestro interés.
La prensa y su enorme poder para ofrecer y crear opinión sigue inmerso en la
escritura, que nos permite un nivel de profundidad no equivalente en los medios
audiovisuales como la radio y la televisión. Éstos abocados a la noticia
puntual y rápida, aunque muy valorado en nuestros días, no sustituye a la
lectura reposada y detallada, a los análisis más profundo que nos brinda el
texto escrito. Ahora contamos además con la prensa a través de la red donde la
comunicación puede alcanzar niveles extraordinarios; pensemos por ejemplo, que
sin salir de casa, antes de ir al trabajo tenemos acceso a periódicos de todo el mundo. La escritura es
una tecnología clave en la comunicación con nuestros contemporáneos. Las
revistas de cine, de música, de literatura, de muchas de nuestras aficiones nos
brindan información sobre películas de cualquier país que tendremos ocasión de
ver; sobre los intérpretes, orquestas, grupos musicales que surgen en el
panorama musical internacional; sobre los nuevos valores de la literatura y el
arte; nos crean expectativas y nos avanzan el futuro sobre lo que veremos,
oiremos y leeremos.
La escritura sigue siendo la
forma fundamental para obtener conocimientos, tanto en la formación inicial de
los jóvenes como en el mundo profesional. En el campo de la ciencia los textos
nos brindan un conocimiento potencialmente universalizado. Tanto los libros
escritos por expertos de los distintos campos del conocimiento , como las
revistas especializadas nos permiten conocer qué se investiga en cualquier
lugar sobre los temas de nuestra especialidad. Las publicaciones científicas
son el vehículo fundamental para diseminar con relativa inmediatez lo que se
investiga, y tanto más prestigio tiene la publicación cuanto mayor es su
extensión y propagación.
Los ejemplos que acabo de
señalar implican niveles diferentes de lectura, puesto que no es lo mismo leer
un artículo científico que un cartel publicitario, ni escribir una novela que
enumerar la lista de la compra. Sin embargo, aunque necesitemos niveles
distintos, dominar el lenguaje escrito es indispensable.
M. Clemente Linuesa
Libro: Lectura y Cultura Escrita
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