lunes, 14 de abril de 2014

¿Por qué leemos hoy?


¿Por qué leemos hoy?, mil un una razones

Es imposible responder a esta pregunta con una única razón, si consideramos la información que recibimos a diario a través de textos escritos, no me refiero solo a los que tienen profesiones relacionadas con la burocracia o se mueven por el mundo de la informática, ni a personas universitarias cuyo contacto con la escritura es constante o a los escolares que a diario se enfrentan a su libro de texto. Hablo de cualquier persona que viva en sociedades básicamente desarrolladas. Ser lector es indispensable en la sociedad actual, dado que nos encontramos inmersos en una cultura que cualquier práctica, incluso la más cotidiana, suele tener alguna relación con la escritura. Cuando vamos a comprar se nos informa por escrito de los productos que se exponen, de sus características, caducidad, precio, etc. Debemos leer las instrucciones de uso de montones de aparatos que forman parte de nuestros hábitos cotidianos. Cuando viajamos necesitamos leer información sobre horarios, destinos, etc. En la calle somos bombardeados por decenas de mensajes donde imagen y escritura se mezclan y complementan. La escritura nos ofrece experiencias variadas sobre temas prácticos, desde cómo cuidar un jardín, hasta cómo organizar un viaje por cualquier lugar, orientado beneficiosamente sobre experiencias de otros. Tenemos acceso a conocer con un escaso margen de error, qué podremos comer en un restaurante de cualquier ciudad y cuánto nos costará aproximadamente el menú, leyendo simplemente una guía de viajes sobre esa población; y no digamos si esa información se obtiene a través de internet.  

El lenguaje escrito nos permite que podamos saber lo que piensan otros sobre temas de nuestro interés. La prensa y su enorme poder para ofrecer y crear opinión sigue inmerso en la escritura, que nos permite un nivel de profundidad no equivalente en los medios audiovisuales como la radio y la televisión. Éstos abocados a la noticia puntual y rápida, aunque muy valorado en nuestros días, no sustituye a la lectura reposada y detallada, a los análisis más profundo que nos brinda el texto escrito. Ahora contamos además con la prensa a través de la red donde la comunicación puede alcanzar niveles extraordinarios; pensemos por ejemplo, que sin salir de casa, antes de ir al trabajo tenemos acceso a  periódicos de todo el mundo. La escritura es una tecnología clave en la comunicación con nuestros contemporáneos. Las revistas de cine, de música, de literatura, de muchas de nuestras aficiones nos brindan información sobre películas de cualquier país que tendremos ocasión de ver; sobre los intérpretes, orquestas, grupos musicales que surgen en el panorama musical internacional; sobre los nuevos valores de la literatura y el arte; nos crean expectativas y nos avanzan el futuro sobre lo que veremos, oiremos y leeremos.

La escritura sigue siendo la forma fundamental para obtener conocimientos, tanto en la formación inicial de los jóvenes como en el mundo profesional. En el campo de la ciencia los textos nos brindan un conocimiento potencialmente universalizado. Tanto los libros escritos por expertos de los distintos campos del conocimiento , como las revistas especializadas nos permiten conocer qué se investiga en cualquier lugar sobre los temas de nuestra especialidad. Las publicaciones científicas son el vehículo fundamental para diseminar con relativa inmediatez lo que se investiga, y tanto más prestigio tiene la publicación cuanto mayor es su extensión y propagación.

Los ejemplos que acabo de señalar implican niveles diferentes de lectura, puesto que no es lo mismo leer un artículo científico que un cartel publicitario, ni escribir una novela que enumerar la lista de la compra. Sin embargo, aunque necesitemos niveles distintos, dominar el lenguaje escrito es indispensable.


M. Clemente Linuesa

Libro: Lectura y Cultura Escrita

No hay comentarios:

Publicar un comentario