El
Macho Moro
El Tío Lino se iba a Cajamarca en su macho moro. A la
oración llegó a Magdalena y la entradita nomá, ondevió un gramalotal, pidió
posada.
Suelte nomá el machito en la inverna, le dijo el dueño.
Pa salir la cuesta de
Cansacaballo en la fresca, el Tío Lino se levantó al primer gallo que cantó y
oscuro oscuro se fue a agarrar su bestia. El gramaloteestabaaltazo y no se
distinguía el macho. Eneso vio unas orejas que venteaban por encima del pasto;
ahí está, dijo, y le echó lazo. El animal empezó a corcovear y el Tío: ¿qué te
pasa?, le dijo, si nueres así. Tuvo que mancornarlo en un bramadero quiabía en
el corral pa poder ensillalo. Por la cuesta subía salto y salto. El Tío
pensaba: el gramalote luá puesto brioso, así vamos a llegar temprano a
Cajamarca. Pasaron por Ñamas y por San Cristóbal, oscuro tuavía, pero cuando
estuvieron pa voltear El Cumbe empezó a clarear el día y entón se fijó que no
era su macho sino un conejazo.
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Oración: hora del día próxima anochecer.
Magdalena: pequeño distrito de Cajamarca, punto obligado
por el que tenían que pasar los arrieros que venían del sur, fundamentalmente
de la costa, en su ascenso al valle. Hacían el recorrido siguiendo luego Ñamas,
San Cristóbal, Cansacaballo, El Cumbe –donde se encuentran Los Frailones -para
luego descender. Esta ruta ocupa un
lugar secundario al aperturarse la carretera que une a Cajamarca con la costa.
André Zevallos
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